Por prestaciones, el C Evolution es totalmente comparable a sus hermanos C 600 Sport y C 650 GT. Acelera de 0 a 50 km/h en apenas 2,7 segundos y registra una velocidad máxima, limitada por corte electrónico, de 120 km/h, gracias a un propulsor de 11 kW con fases en las que desarrolla hasta 48 CV.

El propulsor del C Evolution, de destacada fuerza, registra un par máximo de 72 Nm, disponible hasta las 4.500 rpm, y permite una aceleración desde parado equivalente a la de un maxiscooter de última generación con motor de combustión de 600 cc. Sensaciones placenteras a los mandos del alemán no faltan.

Gracias a esta mecánica, el eléctrico es un modelo perfectamente apropiado para conducir en autopistas, así como para realizar maniobras de adelantamiento, incluso llevando un acompañante. Asimismo, puede ponerse en movimiento fácilmente en subidas muy empinadas y destaca por su reacción inmediata y espontánea desde parado. Adicionalmente, no se producen los retardos de generación del par, típicos en los motores de combustión al desembragar y embragar.

Uno de los puntos clave de los vehículos eléctricos es la autonomía. Con el C Evolution, se puede circular hasta 100 kilómetros sin necesidad de parar con el modo de conducción Road (con el Eco Pro, aumenta esta cifra hasta un 20%). Es una distancia más que suficiente para los desplazamientos diarios, incluso si es necesario circular por los alrededores de las grandes ciudades. El maxiscooter mantiene esa autonomía con el paso de los años, incluso en zonas climatológicas frías.

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