BMW C 650 GT, para vivir la gran ciudad

La ciudad era una fiesta. Todo el mundo quería participar en la monumental exhibición del deporte a favor de la candidatura olímpica Madrid 2020. La gente invadía las aceras y los coches saturaban las calles. Pero el maxiscooter no entiende de atascos ni embotellamientos ni obstáculos, mostrándonos sin contratiempos el gran escaparate urbano.

Cuando no hay prisa, cuando las horas se acortan y el tiempo no importa, el maxiscooter pasa de ser nuestro socio a disfrutar del ocio. Y el sábado olímpico, la ciudad era una gran fiesta, un gran escaparate de escenas del deporte, de gente tranquila y confiada, de patinadores tomando los parques, de ciclistas pedaleando por una causa, de personas admirando las gestas de los deportistas que puede que en 2020 les representen (¡ojala!) y fuimos testigos de excepción, sin perdernos ni un sólo detalle, gracias al C 650 GT. No hay mejor atalaya para disfrutar de tanto espectáculo que estar en lo alto del maxiscooter. Desde él podemos gozar de las imágenes que ofrece la gran urbe. Si queremos aligerar, la respuesta inmediata de los 60 CV nos permite adelantar al reloj. Si, por el contrario, nuestro ritmo es el de una música suave y cadenciosa (que bien podría ser el chotis, por ejemplo), el sedoso rodar del GT acepta el ralentí sin tirones ni brusquedades, pudiendo regodearnos observando el pulso de la ciudad.

Cuando decidimos detenernos para ser integrantes de la fiesta, mezclarnos con la gente y formar parte del sentir popular, el GT es también generoso en las maniobras cortas, en subir a una acera y encontrar un hueco, porque aparcarlo es tan fácil como el salto de la joven Amelia Sánchez en el excepcional plató improvisado de la Puerta de Alcalá. Los 60 litros de capacidad que tiene el BMW bajo el asiento y en las dos guanteras situadas tras el frontal es otra gran ventaja de este modelo, pues nos posibilita conducirlo libres de mochilas o carteras adheridas a nuestro cuerpo.

La fiesta del sábado olímpico finalizó acabada la carrera popular, debiendo esperar al 7 de septiembre para saber si disfrutaremos de los Juegos Olímpicos en 2020. Pero no tendremos que aguardar hasta entonces para gozar del C 650 GT. Para eso basta con subirse a él, ponerlo en marcha, escuchar su poderoso sonido, recoger la pata lateral que hace las veces de freno de estacionamiento para que no se deslice en las rampas, y seguir nuestro camino fascinados por su encomiable eficacia. Mientras disfrutamos del maxiscooter, esperaremos ilusionados a que se produzca el milagro de Madrid 2020.

Más información en www.modernmovement.es

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