BMW C 600 Sport y BMW C 650 GT, en lo más alto del segmento

Atractivos, prácticos, potentes y seguros son algunos de los grandes argumentos que atesoran los C 600 Sport y C 650 GT, los nuevos maxiscooter de BMW Motorrad, que llegan con sobradas virtudes tanto ciudadanas como ruteras. La Newsletter estuvo en su presentación mundial y comprobamos el elevado nivel de los dos modelos, que se sitúan en lo más alto del segmento.

BMW Motorrad entra de lleno en el mundo de los maxiscooter y lo hace a lo grande, con dos modelos, los C 600 Sport y C 650 GT, que parten de una base común pero con caracteres y orientación diferentes. El primero tiene un marcado temperamento deportivo, con una estética provocadora y comportamiento más enérgico. Por el contrario, el GT goza de un enfoque turístico y viajero, primando la comodidad, la practicidad y la seguridad, virtud esta última que no le es ajena a ninguno de los dos. Ambos vehículos tienen una misma finalidad, la de facilitar la movilidad urbana a los que necesitan desplazarse con celeridad y rapidez por las grandes ciudades, pero con personalidad y estilo.

No acaban aquí las aptitudes de los nuevos maxiscooter de BMW Motorrad, pues su concepción no se limita a los embotellamientos urbanos, a las congestiones diarias o a los cortos recorridos en los desplazamientos laborables. Los nuevos C permiten también utilizarlos el fin de semana e incluso los períodos vacacionales. Su concepción dual, urbana y rutera, les faculta para que cambiemos el uniforme habitual del traje y la corbata por el de motero que gusta saciarse de kilómetros y hacerlo con tanta soltura y eficacia, además de divertimento, que cualquiera de los dos modelos dará cumplida satisfacción a quien los adquiera con tales planteamientos.

Misma base, diferentes caracteres

Las diferencias de ambos hermanos, que luego, en marcha, no son tantas, se plasman visualmente. Contemplar los dos maxiscooter es quedarse en silencio admirando la capacidad de creación e innovación mostrada nuevamente por BMW Motorrad. Ya lo puso de manifiesto con la superdeportiva S 1000 RR y ahora ha vuelto a exhibirlo.

El C 600 Sport es, visualmente, muy impactante, sobre todo con el color azul eléctrico mate de la unidad de prueba. Resulta muy estilizado, fruto de la estrecha carrocería, ideal para serpentear entre coches y sortear atascos y embotellamientos sin dejarnos ni tan siquiera los retrovisores. El frontal acoge los dos faros, rasgados y oblicuos, sobre fondo negro, dándole un plus de agresividad. Sobre éstos, la efectiva pantalla, que se gradúa en altura manualmente, ofreciendo al conductor tres posiciones según las circunstancias climatológicas. La aleta delantera mantiene la bonita armonía del conjunto y bajo ella, la rueda de 15 pulgadas, de igual medida que la trasera, ambas calzadas con los nuevos Pirelli Diablo Scooter.

Los intermitentes van colocados en los laterales, a la altura de las rodillas. La parte central, con el escudo, el puente y las plataformas donde se ubican los pies (solo el conductor; el de detrás lo hace sobre estriberas), está acabada en los colores negro y gris mate. La carrocería prosigue en el colín, alzándose ligeramente y terminando con dos prácticas asas a cada lado y el piloto de leds sobre tres soportes a modo de brazos que se unen para sujetar la matrícula.

El asiento, en dos alturas, con un pequeño respaldo para mayor comodidad del conductor, se levanta desde atrás para descubrir un generoso espacio que aumenta con una de las muchas aportaciones que ofrece BMW Motorrad en estos dos nuevos productos. El sistema, patentado por la marca alemana, se llama Flex Case. Con la moto estacionada, un botón libera el fondo del baúl, que baja hasta casi tocar la rueda trasera, aumentando la capacidad, guardando entonces hasta dos cascos integrales. El invento es práctico y se agradece la imaginación germana. Otra aportación de BMW Motorrad es el freno en parado de ambos megascooter, que se activa automáticamente al poner la pata de cabra, pudiéndolos dejar en alguna cuesta o rampa sin temor a que se caigan. También llevan caballete central.

La carrocería del C 650 GT es mucho más contundente y voluminosa que la del Sport. Su orientación es claramente turística y se percibe enseguida. El grupo óptico delantero Multiconvex consta de dos grandes faros separados por las luces led de día. La pantalla se regula eléctricamente, aportación proveniente de la R 1200 RT, modelo icónico de la firma que ha servido de inspiración para el diseño y concepción del GT. También los intermitentes, de led, cambian su ubicación respecto al Sport, formando parte de los retrovisores. El asiento es más amplio, ganando confort al gozar de respaldo lumbar. Bajo éste, el vano, tapizado y con luz de cortesía, que sin necesidad de llevar el ingenio del Sport, le supera, con 60 litros de capacidad.

Equipamiento premium

Para crear dos modelos como los C, en el que todo, empezando por la polivalencia de su concepción dual, que posibilita que se comporten de forma brillante tanto en ciudad como en carretera, es exclusivo, BMW Motorrad ha trabajado a fondo para superar la oferta existente en el mercado. El motor, por ejemplo, con sus 60 CV, es el más potente de su segmento, tema que comentamos más abajo.

La instrumentación es también la más completa de cuantos vehículos de este tipo hay en oferta. El cuadro, muy vistoso y claro, está dominado por el gran velocímetro redondo analógico, el ordenador de a bordo digital (de serie en ambos modelos), con un sinfín de datos, y el cuentavueltas, también digital, aunque con menor protagonismo. Las piñas de los puños son impecables. En la parte interior del escudo, ambos tienen guanteras, con cierre y toma de corriente la de la izquierda. Además, cuentan con el afamado catálogo de opciones BMW, como el paquete Alta Gama que llevaba mi Sport, que incluye puños y asiento calefactables, luz diurna, intermitentes de led y control de la presión de los neumáticos con testigo en el ordenador.

Me siento en el C 600 Sport y la adaptación a él es perfecta, como si lo hubieran hecho para mí, porque todo cae de maravilla. Resulta muy cómodo, notándose en la zona lumbar el escueto apoyo que separa el espacio del conductor del acompañante, que se sienta ligeramente elevado respecto al de delante. A eso hay que añadirle la posición al manillar, que es muy buena y cómoda, permitiendo hacer muchos kilómetros sin que el cuerpo lo acuse, hecho que invita a viajar con total delectación.

Agiles y seguros en ciudad

En las maniobras en parado, se notan sus 249 kilos. Pero en movimiento, rodando entre el tráfico urbano, es tremendamente ágil. Eso se debe a su contenido volumen, ideal para colarte en los atascos sin dejarte incluso los retrovisores en el camino, ya que el conjunto es muy comedido. La posición adelantada con la que se conduce el Sport, el cuerpo elevado y el manillar bajo y estrecho, facilitan su dinamismo, lo que permite dominar más fácilmente el tren delantero.

También la óptima altura es otra de sus bazas. El estrecho sillín en la parte en la que se bajan las piernas para poner los pies en el suelo y la reducida anchura de la carrocería, permiten a los que pasen de 1,75 metros llegar al asfalto sin apuros,  pudiendo remar incluso en las maniobras a baja velocidad. A esto hay que añadir algo importantísimo, y es la impresionante potencia del motor, que nos posibilita salir airosos de situaciones comprometidas enroscando el puño del gas.

El GT, por su parte, es más voluminoso, pero también más confortable por su enfoque turístico. Supera en peso al Sport en 12 kilos, y es algo más ancho. El manillar es más alto, la posición de conducción más retrasada y el asiento más bajo y mullido, llegando bien al suelo. En ciudad se mueve con menos soltura que el Sport, pero, dinámicamente, poco tiene que envidiarle, a pesar de que es algo más blando de suspensión. Lejos de la urbe, en carretera, incluso en tramos serpenteantes, es mucha la seguridad que transmite y en recta corre igual que el otro con semejante aplomo.

El motor más potente de su categoría

El motor de ambos maxiscooter es el mismo. Se trata de un propulsor de 4 tiempos, dos cilindros en línea inclinados 70º grados hacia delante, 647 cc, 8 válvulas, doble árbol de levas, con dos ejes de equilibrado e inyección electrónica, una potencia de 60 CV a 7.500 rpm y 66 Nm a 6.000 vueltas el par máximo. Su peso es de 81 kilos y se refrigera mediante líquido. Totalmente nuevo, el propulsor está diseñado por BMW Motorrad. Con caja de transmisión CVT, ésta es por variador continuo y embrague automático centrífugo. Estos datos erigen al motor del C de BMW Motorrad como el más potente de la categoría, excluyendo el Gilera GP 800, un megascooter que, por sus particulares condiciones, milita en otra liga en la que sólo está él.

Rápidos y divertidos en carretera

En la ciudad, si sabemos dónde y en qué momento, se puede disfrutar un montón de la moto. Pero dependerá de las limitaciones de cada vehículo. No es el caso del C 600 Sport, que a medida que pongo a prueba su aplomo y estabilidad urbana, más ganas tengo de salir a carretera para testarlo. No será problema, seguro, porque el Sport y el GT han sido diseñados con estructura propia de moto convencional para facilitar esa dualidad, tal como digo arriba. El chasis es tubular de acero y aluminio; la suspensión delantera, de horquilla invertida con barras de 40 mm y monoamortiguador trasero horizontal regulable y perfecto reparto de pesos, argumentos que permiten tumbar lo indecible sin que el Sport, con tarados más firmes que el GT,  muestre debilidad alguna.

Dejando a mi espalda la gran urbe, regodeándome en un tramo de montaña, me siento cada vez más a gusto manejando el Sport. Obedece a mis insinuaciones a la mínima, tumbando en las curvas como si de una moto se tratara, inclinando lo indecible y sin rozar sobre el asfalto en ninguno de los dos lados, sólo el caballete en la parte izquierda toca en algún bache.

Son muchas las curvas de todo tipo y ángulo que abordo y el Sport no muestra interés alguno por descabalgarme; al contrario, su aplomo y firmeza me dan confianza, disfrutando de la carretera como nunca lo había hecho antes con una moto de este tipo, pues aborda los giros con una seguridad admirable. Me divierto, me lo paso bien, me encanta. Estoy ante un maxiscooter que puede plantar cara a muchas motos, tumbando como éstas y sintiendo la emoción de inclinar con total garantía.

Por su parte, el GT requiere algo más de suavidad en los tramos serpenteantes, pero que nadie crea que el Sport le dejará atrás. Para empezar, su envolvente carenado te protege de las inclemencias como ningún otro, lo cual agradecí, pues por la mañana la rasca se notaba. Y así, protegido como en una burbuja, afronta las curvas con gran estabilidad y no es perezoso en los cambios de dirección. En ambos casos, el motor responde de forma fantástica, saliendo de las curvas con una aceleración que me deja pasmado por su fulgurante respuesta nunca vista hasta ahora (os lo dice quien ha tenido un Yamaha T-Max algo más de tres años), llegando al siguiente ángulo con tanta celeridad que se me acumula el trabajo.

En conducción tan intensa, los frenos deben estar a la altura. ¡Y lo están!, porque los C llevan un buen equipo: dos discos delanteros de 270 mm y pinzas de dos pistones y un tercero, el de atrás, de iguales características, y ABS de serie. Rotundos y efectivos delante y progresivo el trasero, en ambos vehículos.

Los dos alcanzan 180 km/h (175 km/h reales según el GPS) con gran rapidez y sin perturbarse lo más mínimo, pues no hicieron movimiento alguno, ni cabecearon ni les tembló la dirección; iban siguiendo el trazado con disciplina germánica. ¡Fantástico!

Me gustan y mucho los nuevos maxiscooter de BMW Motorrad, cuyas prestaciones y comportamiento darán, a buen seguro, muchas satisfacciones a la marca y, por ende, a sus propietarios, pues tienen argumentos para hacerlo. Han llegado para revolucionar el segmento y lo han conseguido. Primero, por su polivalencia, pues se manejan por la ciudad con agilidad y dinamismo y al llegar el fin de semana se prestan para viajar con seguridad y divertimento.

Tanto el C 600 Sport, como el C 650 GT, tienen cada uno de ellos la dualidad de ser dos vehículos en uno que le resolverán a muchos el dilema de que no encontraban la moto ideal para el día a día y las salidas de ocio y vacacionales; a otros, su belleza, rendimiento y seguridad les provocará dejar el coche para poner solución a su movilidad urbana. Tanto en un caso, como en el otro, los nuevos maxiscooter de BMW Motorrad tienen un sinfín de argumentos para no dejar indiferente a nadie.

Por José Mª Alegre

Más información en www.modernmovement.es

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